3/3/11

Siendo como (éramos) somos.

Ahora, después de tanto tiempo, recuerdo esos días en los que nos encontrábamos juntos, en aquel sitio dónde la paz reina por encima de todas las cosas; tranquilidad y serenidad, que siendo tan iguales, nos decían tantas y tan variadas cosas que nos hacían suyos hasta estar inmersos. Hasta que cada pedazo de tierra, cada brizna de hierba formaban parte de nosotros y sintiendo su vida le robamos su energía, consiguiendo así ser parte de los colores que nos rodeaban, de la luz que nos alumbraba, y del aire, que nos hacía casi sentirnos vivos.

Cada día más y más vida notábamos en nuestras venas, vida que regaba nuestros corazones y alimentaba nuestras ganas de levantarnos de madrugada y soñar; soñar con una realidad que ante nuestros ojos teníamos, vida que aún cortada por los días que pasaban sin cesar, intensa cómo la luz de los rayos que las nubes a su paso nos ofrecían en las noches oscuras de lluvia, noches en las que la tierra daba gracias al cielo por la vida que las gotas traían.

Y cabe recordar las pizarras de lo árboles, en las que nuestras mentes dibujaban animales y personas, valles y montañas, figuras y objetos, pasiones y dejando flotar, al alcance de cualquier ser, dibujábamos nuestros sentimientos, que plasmados en las hojas de esos seres tan grandes como viejos, nos cubrian con la paz de su sabiduría, y teníamos por primera vez sensaciones de grandeza a un  nivel tan excitante como puede ser el sonido del silencio.

Silencio roto por el bramar de un rio que arrastraba durante toda la noche un sonido que acompañando al canto de esos que la oscuridad a nombrado sus servidores nos facilitaban el placer del arte del amor.

Más tarde el sol y sus semejantes daban relevo a los deambulantes y nocturnos siervos de la luna que tras su jornada descansan mientras la luz y el calor acarician todo lo que tienen a su alcance.
Afortunado me sentía entonces de poder contemplar tales maravillas, que observandolas a tu lado más que maravillas se convertían en milagros que la naturaleza ponía al alcance de nuestros ojos.

2 comentarios:

  1. qué bonito... lo que hace estar enamorado eh.

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  2. Lo mejor es que no lo estoy... Es como una especie de retrospectiva amorosa, jaja

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