25/2/11

Y de repente la caja, o la araña...

Estoy viendo la televisión y no salgo de mi asombro al ver a una persona totalmente desconsolada que no para de llorar, hundida, dice él mismo.


No estoy en contra de este tipo de programas, ni mucho menos, es más, soy un fan aférrimo de todo lo que  tiene que ver con los "cuchicheos" de los demás. 
Pero mi asombro llega cuando escucho a un hombre decir que está casi derrumbado (al ver una casita que previamente ha dibujado, y después de que la voz en OFF le haya indicado que según ha mostrado le falta alguien en quien apoyarse) que es cierto, que se ve reflejado en esa casa, que toda su vida se ha derrumbado; habla de posibles infidelidades de su marido, que si el mismo marido (que vive en Miami, díganme ustedes por qué) le ha costado 80.000 euros, casi nada, en unos pocos meses, que si sus padres, que si su situación económica... vamos un lastre de persona, según el.


Entrar en este tipo de "pseudo-programas" repercute, no solamente en la audiencia, sino en la misma persona. No puedo creer que antes de entrar a esa "caja mágica" no hayas solucionado tus problemas, detrás de las cámaras me refiero, o al menos lo hayas intentado... quiero pensar que lo ha hecho, hablamos del intento.


La caja va enseñándole imágenes, de una araña (parece ser que una picadura de una especie "rara" le picó y ha tenido muchos problemas), otra casa, esta vez derrumbándose y él, entre sollozo y sollozo, deja caer que tiene problemas de estabilidad emocional, y económico. Bueno, al menos el hombre se da cuenta de que no es estable la situación... hablemos con propiedad.


Este hombre (Víctor Sandoval) se casó cuándo el Boom de las bodas homosexuales (haciendo alago de sus mejores "galas" para montar el paripé y que vengan los medios de comunicación) y por lo visto al poco tiempo se fueron a vivir a Miami. Allí empezó a trabajar como "corresponsal" de La Noria en los Estados Unidos. Y resumiendo, cuándo le picó dicha araña empezó su ocaso. Se vino a España, a tratarse, dejó allí a su marido, por lo visto un apasionado de la playa, siguió pagandole piso, comidas, etc... empezó a trabajar en Sálvame por las tardes y también comenzó a contar las idas y venidas tanto de su enfermedad cómo de su vida personal y privada.


Ay, que chico más mono pensarían en Sálvame,  lo deja todo, y viene a contarnos lo que nos gusta; el morbo de escuchar que una persona puede perder un dedo por culpa de la picadura de la araña es tremendo.
y todo ello derivó en la lucha contra el que todavía hoy es su marido, digo, mantenido, perdón marido.


Que si no ha venido a España conmigo, que si no busca trabajo, que solamente leo en el Facebook que se va a la playa.. y este chico lleva meses pagandole todo? 


Víctor, es cierto que la inestabilidad esta instaurada en tu vida con buenos cimientos, pero déjate de chorradas cómo, "le pido al Corte Ingles y a quienes les debo dinero que no me agobien, que pagaré todo lo que debo".Ojalá todos pudiésemos decirles a quienes les debemos dinero, no me agobies que lo pagaré, no te preocupes.  GRACIAS por hacerme recordar que yo no trabajo en la televisión y no puedo pedirles a mis acreedores esas cosas. 


Y todo por una araña...

24/2/11

Confi-tándome

Hoy he hablado de esto con alguien muy especial...

CONFIANZA: A veces descrita como la base de las relaciones humanas, otra veces simple medallista de juegos destructivos entre pueblos lejanos...
Puede que me hayan alejado de ser una persona confiada las fechorías que han proferido sobre mí, puede incluso que haya sido desconfiado en algun momento despué de recibir un gran palo. Simple mala suerte, la confianza no se puede comprar, se da (a veces a rienda suelta) a las personas que creemos merecen tenerla.

Soy consciente de que en mi vida he cometido demasiados errores poniendola como testigo y alegando un "yo te la había dado"; y no tiene razón de ser.

Los "sentimientos base" como la confianza no se han de reprochar ni de echar en cara cuando alguien de repente rompe la cubertería con la que se la habias entregado, siempre hay una razón.
Sé perfectamente a quien le debo confianza, quiénes de los que están a mi alrededor la merecen y quiénes pueden optar a tenerla. También sé que no se la doy a cualquiera, por lo hechos mencionados anteriormente.

Hablabamos de pequeñas pruebas que uno hace para cerciorarse de que puede confiar en esa persona, y creo que hasta incoscientemente estamos en constante progreso "maquinando" esas pequeñas pruebas que sin ellas nos comerían las dudas, y ellas son las que nos ayudan a verlo todo mejor.

Hay personas que necesitan diariamente un "te quiero" o saber que puede confiar en la otra persona, como yo; seguramente sean las carencias afectivas a las que me he he visto obligado a pasar,no lo sé; lo único de lo que me doy cuenta es de que esas pequeñas pruebas, no las hago conscientemente y mucho menos a maldad.

La simple y cruda realidad.